Medicina

EL MEDICO: Y SU PROGRESO EN LA HISTORIA
Desde un principio el medico no existió como lo conocemos hoy en día, solo lo hace de tal forma desde el siglo  XXI.
Todo comenzó con forma de “curanderos” los cuales eran hombres que en su mayoría no  tenían no tenían ningún tipo de experiencia académica, sino que se ganaban el pan de cada día  y su título curando a las personas que confiaban en ellos, pocos eran los instruidos   pero existían, los barberos cirujanos eran artesanos que mediante la práctica aprendieron a realizar drenajes y amputaciones, los boticarios o farmacéuticos eran comerciantes y se dedicaban a vender fármacos.
Sin embargo con el paso del tiempo las exigencias de la población fueron aumentando, por eso ya no se debe hablar de curar una enfermedad, sino también de prevenirla; y para dar cumplimiento a esto se requiere un mayor grado de estudio; entonces el medico requiere una experiencia universitaria, una especialización y en algunos casos súper especialización, todo para brindar a la sociedad una mayor atención y mejorar la calidad de vida de la población.
Pero es entonces cuando comienza una nueva era con diferentes problemáticas, pues el hecho de que la medicina se fuera especializando, obliga a usar frecuentemente la tecnología, para obtener mayor probabilidad y óptimos resultados por tener una visión más específica y científica. El error está en que al utilizar tanto  la tecnología y los  nuevos métodos de estudio , practica y experimentación se generó una despersonalización de la atención médica y la fragmentación del ser humano ; convirtiéndose el medico en dependiente de la tecnología . Por eso la invitación es regresar al ideal del médico de antaño , en donde su principal preocupación era ayudar al ser humano en si con su enfermedad , mas no a la enfermedad que habitaba en el ser como un ente dominante , de tal forma que sea posible entregarle al médico el patrimonio tanto físico como espiritual , para que realice correctos diagnósticos en los cuales se pueda conocer a la persona integralmente ; exigiendo de esta forma mejor trato con las personas y mayor calidad con el trabajo, para no entender a la medicina como un trabajo operativo , sino más bien como la inspiración de una fuerte vocación y pasión.